viernes, 18 de julio de 2008

Updates

Pues resulta que hay algunas actualizaciones en referencia los post pasados:
  • El bello Munstang 1974 fue adquirido por un señor de dudosa procedencia y buena suerte. Una joya así a ese precio no se encuentra todos los días. Tenía la esperanza de poder comprarlo, arreglarlo, pintarlo de negro. Escuchar heavy metal al más alto e insultante volumen que la tecnología moderna -aplicable a este carro- permita.
  • A José Tomás lo cogió un toro una semana después de la INCREÍBLE hazaña en Las Ventas. Fue también una hermosa corrida y el regreso al habitual dramatismo al que nos ha acostumbrado el Matador. La cornada, para quienes nos se enteraron, no fue de gravedad.
  • Por cuestiones de mucha carga de trabajo no he terminado la parte II del post Octubre de 1979. Espero poder hacerlo la semana entrante.
Pues eso es todo.

Ya no les digo que estoy leyendo porque lo acabo de poner en el post pasado.

Escuchando: Little Fighter de White Lion (ya acabó Brahms....)

Cámaras, que tengan bonito fin de semana.

Cuento: Despertar

Y después de leer a Enrigue, me dió por escribir este cuento corto. A ver qué les parece... se llama "despertar".


Ciudad de Valladolid de la Nueva España, diciembre de 1809.


El ruido de cientos de mujeres y hombres enardecidos era tal, que enmudecía cualquier intento de grito, voz, reclamo, lamento o incluso pensamiento. Aquellos apabullantes coros, se sumaron al olor nauseabundo del incendio de la pólvora, madera podrida y cuerpos cocinándose. Corrí a mi habitación, desde mi balcón pude ver que la turba estaba ya muy cerca de la casa. Tranqué la puerta con un pesado taburete y pagué los candiles, uno tras uno, suavemente. En la oscuridad y el frío, el miedo confinó en mí cualquier cejo de voluntad, suprimió cualquier reducto de fuerza para poder encontrar una salida en aquél momento. Se ocultaba el sol y el rumor de la revuelta cada vez más cerca, era mas una sentencia que un aviso. Fue entonces cuando sentí pánico y me solté a llorar. Aquella escena me era familiar de algún modo. Supe, de alguna u otra forma, que aquella noche moriría, una vez más. Fue solo cuestión de horas.


Mientras oscurecía, la torva naranja, brillante, se oía y se veía cada vez más cerca de la casa. El clamor que horas antes se percibía unísono y algo lejano, empezó a distinguirse con mayor claridad, pude escuchar -con preocupación- los sonidos de cientos de gritos y disparos. Todos ellos diferentes. Todos ellos llenos de odio, de emoción, de emancipación. Todas ellos completamente irracionales. Se oía -además de reclamos- el crujido de algunas casas que por el fuego empezaban a derrumbarse, perros ladrando con desesperación, el choque de machetes con el empedrado, y -a lo lejos- en segundo plano, percibí escalofriantes, agudos, desesperados y agonizantes llantos. Mucha gente murió.


El ejército, conformado por muchos mestizos, golpeó con furia la puerta. No esperaron respuesta, quemaron aquél pesado portón que por casi por trescientos años había resguardado la entrada de nuestra casa. Penetraron al patio. Gritaron, dispararon. No supe qué pasó en aquél momento con la servidumbre. Mi padre, madre y hermanas estaban fuera de la casa, en la Ciudad de México, desde hacía un par de semanas. En el patio de la casa se oían gritos, muebles quebrándose, tiros. Tardaron tiempo en llegar al cuarto. Tocaron varias veces la puerta, demandando apertura. Yo, cual fantasma, me encontraba sentada en mi cama. Sin responder. Petrificada. El pecho me dolía fuertemente, sentí que me asfixiaba. Pensé en saltar por el balcón pero me daba más miedo morir en la turba que en ese momento pasaba frente al balcón.


Un uniformado, bajo y moreno, enardecido de mirada fue el primero en entrar al cuarto. Inmediatamente entraron más, todos con el mismo aspecto y miradas descompuestas. No preguntaron nada. Quién me mató lo recuerdo perfectamente, recuerdo con claridad sus ojos, su mirada llena de un odio milenario, de una cuenta no saldada. Nos conocíamos desde hace miles de años, nos habíamos visto ya muchas veces, aunque en esa vida fue la primera vez que cruzamos mirada. Tomó un pedazo de la puerta rota y golpeó con furia mi rodilla derecha, rompiéndola. Después la cabeza y se siguió -junto con el resto de los compañeros que lo imitaron- con lo que quedaba de mi cuerpo.


Desperté aterrada, gritando auxilio y tomando aire para salir de una especie de asfixia. Tardé unos momentos en reaccionar, en comprender que todo estaba en silencio, en observar que -aunque era de noche y los soldados cargaban fuego- todo lo veía en gris. Descubrí mi cuerpo en el suelo, masacrado y deforme de los golpes que recibió. Descubrí que la blancura de mi piel contrastaba con un tomo más gris de sangre que aún escurría de mi cabeza, oídos y boca. Ví mis propios ojos abiertos y me eché a llorar. Es una experiencia horrible. La sensación de asfixia volvió en mí de golpe, hasta no poder respirar más, no aguanté mi cuerpo y me desvanecí.


Cuando desperté por segunda vez, con aquella familiar bocanada de aire para salvar la asfixia, tardé unos momentos en darme cuenta de que seguía en el cuarto. Todo seguía en silencio y en tonos grises, solo que esta vez pude ver que los muebles eran distintos. Desconocidos para mí. La ventana del balcón estaba abierta, había sido modificada pero la vista a la calle seguía siendo la misma, aunque la calle también había cambiado. Me dí cuenta de que estaba muerta, de que era mi alma es la que estaba dentro del cuarto. Clamé a Dios hasta cansarme, aunque esperaba ver una luz u oír una voz, nada sucedió. Traté de abrir la puerta pero no pude, traté de salir y gritar por la ventana pero tampoco pude hacerlo. Había algo dentro de mí que me impedía hacerlo, no sabría explicarlo. Lo único que pude abrir fue un ropero, muy parecido al que alguna vez tuve, y en ese momento me desvanecí por segunda ocasión.


Zacatlán del Estado Puebla, México. Noviembre de 1950.


Cuando desperté, vi el cielo azul más hermoso de toda mi vida, apenas alguna nube manchaba el paisaje. Aunque el día estaba soleado, sentí frío y ardor en la piel. Me cobijé con el pequeño chal que mi mamá me había dado por la mañana. Respiré hondo -y con una desesperación que desconocía- un aire más fresco de lo acostumbrado, percibí el envolvente olor del Zempazuchil que provenía de los cultivos al rededor. Me vi en medio de un prado cerca de las cascadas Atmatla, oí claramente cómo caía el agua. Con la tranquilidad, sentí inmensas ganas de llorar, aunque no supe bien por qué. Fue como si por primera vez escuchara una cascada. Me pregunté cuánto tiempo me había estado dormida pues me sentí muy cansada. Me levanté, observé a lo lejos la Iglesia de San Pedro, muy vieja y deteriorada. Seguro me espera mi hermana, pensé. Encontré en mis pies la vereda y empecé a caminar, pero por alguna razón, mi rodilla derecha me dolía más que nunca. No sé porqué será....


FIN

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Novela en curso: Terminé "Vidas perpendiculares" de Enrigue. Me gustó mucho, tanto que este post está inspirado en la novela corta. Después leí "El Contrabajo" de Patrick Süskind, buenísimo pero me lo aventé como en tres horas. Ahora acabo de retomar "Palinuro de México" del Maestro Fernando del Paso.

Escuchando: "Ein Deutsches Requiem" de Johannes Brahms. Dirigido por Karajan, con la Orquesta Filarmónica de Berlín. Conmovedor hasta las cachas.

viernes, 11 de julio de 2008

Y pensé que sería más fácil

Y pensé que sería más fácil mantener el blog... híjole, pues no es así. En las últimas semanas he tenimo mucho trabajo. Mi trabajo, cuál malabarista de ciro, consiste en hacer todo esto al mismo tiempo: análisis político de coyuntura, manejo administrativo de proyectos, coordinación de un programa regional, análisis conceptuales y (en ocasiones) teóricos, hacer grilla, escribir artículos, moderar procesos de diálogo multidisciplinario, entre otras cosas...
Por eso, no he hecho más notas al blog. Vale, pues trataré de solucionar este asunto.

En fin, pasando a otras cosas. ¿Han estado en alguna situación en donde simplemente no sepan cómo actuar? ¿en donde se queden paralizadas/os? A mí me acaba de suceder hace unos pocos dias. Todos los dias, por la mañana, tomo la linea rosa del metro de la Ciudad de México para llegar a mi oficina. Para sobre-llevar la contínua violación a mi espacio e intimidad en las horas más llenas del metro, siempre voy enchufado al ipod y generalmente leo una novela para poder aislarme de ese momento tan estresante. Acostumbrado a leer y a escuchar música, he desarrollado una especie de reflejos de "protección" para estar alerta sobre cualquier intento de robo por un presunto "robador" "asaltante" "ladrón" "amante de lo ajeno".

En esas estaba cuando un día, dos chavitos que viajaban a mi lado, se hicieron señas y uno de ellos tomó un portafolios de un señor sentado cerca de nuestro lugar para inmediatamente echarse a correr. Corrió como pocas veces he visto correr a un chavo, la neta. Total, que el señor se salió corriendo tras él gritando a la policía que lo detuvieran. Ya no supe qué pasó, pero lo que me sacó bien cabrón de onda fue que el otro guey se quedó a mi lado y yo ¿qué hice?: me quedé paralizado. No de miedo, si no de no saber qué hacer. ¿Agarrarlo a madrazos y entregarlo a la policía? ¿gritarle "oye tú que pedo"? ¿jalar la palanca de emergencia y denunciarlo a la policía en cuanto acudiera al llamado? Pues esas y otras posibilidades pensé, pero solo eso, porque no hice nada. Los otros pasajeros también se dieron cuenta y nadie hizo o dijo nada. ¿Qué onda? Fue muy surreal.

Si yo hubiera sido el afectado, me hubiera gustado que alguien que se hubiera dado cuenta lo sucedido, hubiera hecho algo y hubiera entregado al "cómplice". Pero el hubiera no existe, dice mi mamá.

Cámaras, prometo (me) escribir más seguido, aunque la neta, estoy pensando en darle un giro a este blog... luego les cuento.

Actualmente leyendo: "Vidas perpendiculares" de Álvaro Enrigue, editado por Anagrama. Por cierto, este ejemplar está autografiado por el autor, tiene -además de su firma- una caricatura de una oveja que dice "¿Jorge?" Raro. Escuché que Álvaro siempre firma con alguna caricatura.

Escuchando en este momento: Remember de Ritchie Kotzen, en vivo desde Brasil... de lujo. Kotzen es un cabrón... es un gran guitarrista, es jóven, es bien parecido, y hace unas rolas poca su madre.

jueves, 12 de junio de 2008

Octubre 1979. Parte I

En aquel año, en donde los ideales revolucionarios y de rebeldía aún perduraban en el imaginario colectivo, en donde México seguía conmovido por la visita de Juan Pablo II, en donde el mundo estaba aún en Plena Guerra Fría y en donde mis papás le dieron rienda suelta a su imaginación.... nací yo. El mero día de la Raza. En plena luna llena, luna de octubre. El mero día en que América cumplía 487 años desde que un español pobretón “le dió al gordo” al descubrir una tierra que ni en sus sueños más llenos de opio pudo imaginar.

¿Realmente el mundo era tan interesante como uno imagina? Tiendo a idealizar el pasado. Por ejemplo, para mí no existe mejor época en México que los 40's, 50's y parte de los 60's. ¿Qué sucedió en los años setentas? ¿qué se comentaba? ¿qué se escuchaba? ¿qué se leía? ¿había nostalgia por abandonar la gran década revolucionaria? Recordemos que el mundo estaba en plena reconfiguración. La recién clase media (desarrollada en los 50's) acababa de cimbrar los sistemas políticos fuertemente centralizados para demandar una participación más democrática. El 68 estaba muy fresco, e independientemente de sus implicaciones políticas, literalmente modifica la vida social y cultural de México. El también trágico 1971 tampoco se ha olvidado. Y apenas han pasado 8 años de que tuvimos nuestro propio Woodstock en Valle de Bravo... en fin. ¿Cómo era el Mundo en el año y el mes en que nací?

Para no hacer muy larga la lectura, dividí en tres esta entrega. La parte de los acontecimientos internacionales y -por lo largo- dos partes de México.

Vale. Pues en octubre del 79 hubo algunos eventos que marcarían la nueva confiruración geopolítica y cultural del Mundo durante las décadas siguientes. Por ejemplo, en El Salvador, la Primera Junta Revolucionaria asestó un golpe de Estado para derrocar al gobierno conservador de Humberto Romero. Este fue el incicio de un largo proceso que acabaría en una de las guerras más cruentas en nuestro continente y que culminó con la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec en 1992. Así, escrito en este blog, puede resultar una mera nota informativa; pero cuando uno tiene oportunidad de platicar sobre esto con aquellas y aquellos que fueron guerrilleros, que vivieron la guerra en carne propia, la sesación de vivir todo el tiempo con la posibilidad de morir, de ser torturado, violada, encarcelada, desaparecido... esta nota cobra un sentido de profundo respeto.

La misma sensación tengo con el caso de Argentina. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos comenzó -en aquel mes, de aquél año- la primera de muchas averiguaciones por los 30,000 asesinatos ocurridos durante la dictadura de Videla. Un fantasma que sigue presente -de forma lacerante- en el colectivo imaginario del pueblo argentino. Decenas de miles de familias nunca volverían a ser las mismas. ¿Recuerdan al cabrón de Cavallo arrestado hace unos pocos años en México? Pues ese hijo-de-la-gran-puta fue uno de los miembros de la Junta militar que cometiron estos asesinatos. ¿Quién no ha conocido a un o una hija de argentinos exiliados en México?

Rusia se preparaba (estaba apunto) para dirigir su primera ofensiva en Afganistán. Seguramente, en aquél momento, en la Casa Blanca o en el Pentágono los “tomadores de decisión” planeaban la mejor forma para enviar 6,000,000,000 USD -aprobados por el Congreso- en armas a los afgános, particularmente al grupo “integrista” de un jóven millonario llamado Osama Bin Laden que combatía fuertemente a los sociéticos. ¿Les suena? El mundo estaba en plena Guerra Fía y sucedían eventos que cambiarían la configuración geopolítica en un futuro. De entrada, en este caso, la derrota rusa en Afganistán fue un factor que incide en el debilitamiento de la extinta URSSS (más la perestroika, la glassnot, y todo eso...). Bin Laden, con el mismo armamento recibido por los norteamericanos, años después combatiría duramente a los EEUU. Además, él -quién en algún momentó comió y cenó junto con el papá de GW Bush- orquestaría el 11/09.

¿Está cabrón, no? Todo eso sucedió en aquél año, en octubre. Pero, fuera de la política, ¿qué pasó por ejemplo... en el rock?

Vale, pues un montón de discos se editaron en octubre. Pueden consultar la lista en Wikipedia. Pero yo destaco tres, unas joyas que son objeto de influencia y que darban las pautas para el rock que vendría durante las dos décadas siguientes:

AC/DC - High Way to Hell

Motörhead - Overkill

Y la banda de rock más grande de la historia, lanzó uno de los discos más emblemáticos de su carrera... The Wall (que la neta, me gustan más el DSOTM y TFC). Homenaje a quién honor merece.....

Y para no dejar, aquí les pongo las portadas del mes de octubre de 1979 de la Playboy y la Rolling Stone...

Cámaras. Más adelante la primera parte sobre nuestro México lindo y querido...


NC: Acabé Fausto. Ahora estoy releyendo “Una banda nombrada” de Xavier Velasco.

NP: “Love Hungry Man” de High Way To Hell. Su majestad, AC/DC

viernes, 6 de junio de 2008

De Purísima y Oro

Un post largo que amerita lectura. Para aquellos aficionados/as a los toros.

Hoy por la mañana, leí en diarios nacionales que José Tomás había cortado cuatro orejas en la Feria de San Isidro, en las Ventas, en el Templo del toreo. Aunque tengo mucho trabajo pendiente en la oficina (un informe anual pendiente), no dudé en abrir la página del periódico El País, entrar al especial de la Feria y emocionarme al ir leyendo las distintas críticas a la faena de ayer.

La primera vez quer ví a Tomás fue en la Plaza México, creo que tomaba alternativa a manos de Jorge Gutiérrez, con Manolo Mejía como Testigo. Me acuerdo mucho porque era seguidor de Mejía, pero desde aquél momento en que ví a José Tomás, me cautivó, aunque no supe a ciencia cierta por qué. Con los años, aprendería a apreciar su arte sobrio, profundo y templado; su torear por alto sin castigar de más al toro. Inevitable recordar en él al más grande: Manolete. Compararlos es un ejercicio sin sentido, ambos tienen formas distintas, pero -desde mi sentir- transmiten la misma mística. Además, durante los últimos años, le he sido fiel; incluso, cuando en México el toreo en redondo de Ponce estaba en su cúspide y el toreo seco de Tomás “no lucía”.

Ayer en La Ventas, demostró -vestido de purísima y oro- por qué es la figura más importante en los ruedos. El Maestro cortó cuatro orejas y salió a hombros por la puerta grande. Hace 4 décadas que un Diestro no lograba semejante hazaña en una sola tarde. Además, en el mundo del toreo se sabe que los “puristas” madrileños son uno de los públicos más difíciles del mundo, esperan expectantes la Feria de San Isidro para criticar -a veces con fundamento- el abandono al espíritu del toreo clásico; pero ayer, dejó a todos de pié y con pañuelo blanco iluminando la plaza, hace seis años que no pisaba aquél ruedo.

No tengo más que mi emoción y alegría para añadir en esta nota. Por ello, les dejo estas excelentes impresiones, acompañadas con las imágenes que tomé del página de El País:

“Tres noticias para los que no estuvieron en la plaza: primera, que José Tomás no sufrió ninguna voltereta; segunda, no hubo dramatismo ni corazones encogíos; y tercera, lo que sí hubo fue un genio en plenitud para cantar a los cuatro vientos la auténtica verdad del toreo. Al final, apoteosis total, locura colectiva y entusiasmo desatado. Pero de verdad, porque Tomás había elevado el toreo a las más altas cumbres de la pureza.”
“La verdadera conmoción llegó en el quinto, al que realizó un quite de dos verónicas monumentales. Lo cuidó en el caballo y allá que lo esperó en los medios, las zapatillas ancladas en la arena, el cuerpo erguido y la muleta plana. El toro acudió con presteza, y los estatuarios surgieron como borbotones de pasión. Cuatro fueron, un recorte y un largo de pecho, y el público se puso en pie para soltar el aire apretado dentro. Aparece el viento y ondea la muleta, pero Tomás ni se inmuta. La presenta con la mano derecha y en un palmo de terreno traza hasta siete muletazos poderosos y ligados. Se cruza, entonces, al pitón contrario, y el público, que conoce lo difícil de tal posición, rompe en una cerrada ovación. Y otra tanda cerrada con un trincherazo de cartel. Y toma la izquierda, y el toro, desafiante, dispuesto a seguir dando guerra, y ahí dibuja naturales preñados de hermosura y abrochados con un pase de pecho absolutamente genial. Tanto, que la plaza corea por vez primera lo de "torero, torero". Un trincherazo, una sonrisa, y cuando se dispone a montar la espada, el toro se da por vencido y huye a tablas. La estocada, recibiendo, quedó enterrada hasta la empuñadura.” (Antonio Lorca. El País, España. 06-06-08)

“Desde el paseíllo de purísima y oro, como en las grandes tardes, se notó que José Tomás venía a decir algo alto y claro, a tapar bocas, que dicen los taurinos. Desde el primer quite, en un toro que no era el suyo, hasta la clamorosa salida a hombros por la Puerta de Madrid, la tarde fue más que perfecta, sublime. No lo digo yo, lo dicen las miles de personas de todas las clases sociales, con pañuelos y con claveles, que lo aclamaban sólo por donde se ponía a citar a cada toro, por donde los toros cogen el camino de la gloria. Hacía cuatro décadas que ningún torero cortaba cuatro orejas en Madrid, en la misma tarde. Fue José Tomás. Yo lo vi. Iba de purísima y oro. Fue una tarde perfecta, sublime. No lo digo yo, lo dice todo Dios.” (Joaquín Sabina. El País, España. 06-06-08)

Un abrazo torero. Un trago tinto de la ZZZ, a salud del Matador. OLÉ!

NC: Y seguimos con Fausto!
NP: La Virgen de la Macarena con los Churumbeles de España! (para estar a tono)

martes, 3 de junio de 2008

Mustang segunda generación


Trabajo en la Colonia Roma. Me gusta mucho visitar diariamente esta zona. Me late por que está muy bien conectada con las principales arterias viales de la Ciudad de México, porque cruzan varias estaciones de Metrobús, porque tiene tres distintas estaciones del Metro muy a la mano. La Colonia Roma resalta por sus cafés al aire libre, muchos de ellos sin pretenciones "condecci"; por sus tranquilos parques y hermosas construcciones "art decó". Me gusta porque hay muchas calles que aún tienen aire de barrio y puedes saludar de nombre -cada mañana- a la de los tamales "Don Deme", al de los jugos, a la de la tienda, al de la ferretería, a todo el staff de "Doña Licha" en el Mercado de Medellín, al de los tacos de guisado, a la señora de las kekas de "Dormimundo", y a mucha gente más.

Por todo eso me gusta la Colonia Roma. Pero me gusta más porque un taller mecánico en Tonalá vende la hermosura de carro que están viendo en su pantalla (bueno, en color crema). Un Mustang 1974. A solo 30 varos. ¿No está poca madre? Voy a ahorrar y ver si me alcanza la lana para comprarlo antes de que un afortunado se lo lleve. Imaginen este carro en color negro... ufff! Esta nave es un homenaje a los 70's, al naciente Heavy Metal y a los desmadres que seguramente se hacían por aquí, en esta chulada de Colonia.

NC: Sigo con Fausto....
NP: "Beer drinkers and hell raisers" de ZZ top!!! (qué mejor rola para presentar este carrito)

Vientos. Ahí se ven.

lunes, 2 de junio de 2008

¿Por qué hacer un blog?

Hace ya muchos años, cuando empezó la moda de los blogs en México, desarrollé uno con la intención de postear solo reseñas de libros. La idea de generar un debate por medio de esta herramienta virtual era tentadora, pero la decidia hizo que solo subiera una (Tokyo blues – Murakami). En perspectiva, creo que la decidia se convirtió en una especie de temor por publicar, por autoejercer una presión por escribir cosas “interesantes” o “cultas” (lo que quiera que ello signifique). En fin, opté -de nueva cuenta- por aventurarme en esta experiencia, con el objetivo de subir temas de mi interés para compartir con gente cercana y con aquell@s perdid@s cibernautas que -por error- lleguen a leer estas líneas. A ver cómo me va. Trataré de subir por lo menos dos post por semana.


Decidí llamarlo Jorge y La Reta. ¿Por qué? Hace unas pocas semanas, un compa de mi trabajo (El Tajín) y otro compa suyo (El Bernardo) discutían sobre cómo nombrar a un colectivo que andaban (o andan) haciendo. A ellos les escuché “La Reta” como una de las opciones. No sé que nombre decidieron aplicar, pero como la palabra es -y debe ser- de dominio colectivo, pues decidí utilizarla (apañarla, mejor dicho) para intitular este blog. “La Reta” hace referencia de manera lúdica a la oportunidad y al desafío. Me gustan estas dos implicaciones en esa palabra: la oportunidad refiere al mensaje positivo, esperanzador de una nueva acción; el desafío -por el contrario- refiere al mesaje de confrontación, de coraje. Después, solo le añadí "Jorge y..." porque "La Reta" (sola) no estaba disponible.


Creo que la vida es así. Llena de oportunidades y desfíos.


Vale, pues por acá nos estamos leyendo. De antemano se agradece la visita, la recomendación, la crítica, la retroalimentación, la reta....


NC (novela en curso): “Fausto” de Goethe.

Escuchando: “Ansiedad” (Segundo Pasado) de Agora